
dijo hola y adiós,
Y el portazo, sonó como un signo de interrogación,
sospecho que así se vengaba, a través del olvido, cupido de mi.
No pido perdón,¿para qué? si me va a perdonar porque ya no le importa...
Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.